Nací en Zaragoza, un día de otoño, de hace unas cuantas décadas, en el que todavía el Ayuntamiento de la ciudad regalaba una medallita de oro a las niñas nacidas el 12 de octubre y cuyos padres le pusieran de nombre, María del Pilar, en el seno de una familia sencilla, soy la mayor de tres hermanos.
Recuerdo una infancia marcada por las canciones de falda y los cuentos contados, quizá la circunstancia de haber crecido junto a mi abuela invidente, con la que pasaba gran parte del tiempo, sentada sobre sus rodillas, escuchando con atención cantinelas, refranes, retahílas, etc, sea el motivo de mi pasión por los cuentos.
Con el paso de los años el placer de leer y contar cuentos fue creciendo. Tanto en el colegio como en el instituto formaba parte de un grupo de teatro en el que se representaban fundamentalmente obras inspiradas en cuentos populares y en fábulas.
Se han cruzado en mi camino amantes de los libros y de la Literatura que han alimentado esta necesidad de conocer y de ahondar en la relación de la Literatura con otras vertientes artísticas como la Música, las Artes Escénicas, el Juego, la Danza, la Ilustración…
Sigo unida al mundo de la educación, después de 29 años recorriendo pueblos grandes y pequeños por mi condición de maestra, que más que oficio, lo entiendo y lo siento como proyecto de vida. Desde el año 2005 me encuentro en el colegio público Parque Europa de Utebo, el día a día con mis alumnos de Educación Infantil me sigue dando la oportunidad de mantener viva la emoción de contar, leer, cantar, jugar… con los cuentos.